Tengo una excusa para haber desaparecido los 10 últimos días. Ya sabéis que desde que maté a mi guionista no estoy muy allá, y la china que me escribe los chistes en Twitter no sabe el suficiente español para escribirme las entradas del blog. No os preocupéis que le estoy enseñando bien.
Resulta que he descubierto que en mi móvil puedo leer libros, libros que quiero leer desde hace mucho, me bajo y no valen 20€ o están descatalogados. Y si me dejo los ojos, puedo ponerme a leer en el ordenador.
Siempre prefiero la vieja opción de comprarme un libro, oler la encuadernación y leerlo tranquilamente tirada por cualquier rincón. Pero una es pobre y vive en un país donde todo cuesta una barbaridad, así que si quiero culturizarme tengo que robar, al igual que quien roba para comer, yo le doy de comer a mi curiosidad. Ahora por lo menos no miro con envidia a la gente en el transporte público.
Si bien he aprendido que las personas siempre van a fallarte o tú a ellos, en cambio el libro (al igual que el cómic y la música) es un amigo perfecto. Te lleva a mundos inusitados, te cuenta historias maravillosas, te aporta información importante/ interesante y te hace vivir mil y una aventuras sin pedir nada a cambio. Quizá por eso tengo leer como una de mis necesidades básicas. De hecho en ocasiones, soy una lima de libros.
En estos días de ausencia me he leído los tres libros de la Saga Distritos (Los Juegos del Hambre) bajo coacción recomendación de una amiga, ilusionada yo de que tratase sobre una revuelta política. Os adelanto que es una saga mediocre tirando a mala para adolescentes, un dramón personal cansino, una forma literaria bastante simple, que sí tiene una revuelta política pero así, como de fondo y que al final la muchacha se queda con el feo y tonto (eso es lo más realista). Si tienes 15 años está ‘bien‘ (hay libros para chavalas adolescentes que quieren tocarse mejores). Encima no follan. Cuánto tienen que aprender algunos escritores de Ken Follet en ese aspecto.
También he leído (por fin) La Divina Comedia, libro pendientísimo que tenía y que en comparación con la saga anteriormente nombrada es una pequeña joya que recomiendo a todo el mundo.
Finalmente, llevo la mitad de La Conspiración de Dan Brown. Es decir, lo que llamo un ‘libro de descanso’, algo ligero que no te exprima demasiado los sesos. Considero tanto a Dan Brown como a Ken Follet autores de ‘libros de descanso’, libros para gente que no está muy acostumbrada a leer y por lo tanto no explotan al máximo tu imaginación (no como Asimov, por ejemplo, que de vez en cuando tienes que hacer una parada para imaginarte la escena), quizá por eso ambos sean autores de Best Sellers. Brown es capaz de escribir escenas más trepidantes que llamen la atención y Follet escribe libros más mediocres. Como ya he dicho antes: Que sea un Best Seller no significa que sea un buen libro.
La Conspiración está bien, no es un libro memorable, se nota que el hombre se ha gastado en investigar las tecnologías de la NASA, inteligencia y demás, lo veo con un deje algo patriótico. Seguramente la película la haría Michael Bay.
Mi siguiente parada es El Juego De Ender, otro libro imprescindible donde los haya. O eso me han dicho. Ya os contaré ¿Alguna recomendación?