He encontrado un objeto un tanto curioso en uno de mis habituales paseos por la red. O bueno no tanto, sino más bien reflejo de lo retorcido de la mente humana para la tortura.
Se trata de un desgarrador de senos, una herramienta utilizada en la Santa Inquisición que como bien indica su nombre, se utilizaba para clavarlos en los senos de las mujeres y estirar hasta el desgarro. Vamos, que ya sabemos donde fue todo el ingenio que no se permitía para la ciencia.
No he encontrado mucha más información, ni el brillante cerebro ejecutor, ni más datos exactos. La única fuente, la corta entrada en Wikipedia.