He participado en el concurso hecho por Microsoft en el que regalaban 5 Nokias Lumias 800 a las mejores aplicaciones de la semana. O quincena. O yo qué sé. Hoy ha llegado. Como yo estoy contenta con mi terminal y él se lo merece mucho más por todo lo que me ha ayudado, ha ido a parar a las menos del Merlín Programador.
Un día se me ocurrió una idea, no original, pero si oportunista, que es lo que vale en esta vida, al fin y al cabo. Tardé una mañana en realizar el diseño y menos en meter el resto. La magia más guay, salió de las manos del que disfruta el Lumia ahora mismo, claro.
Está bastante bien, tiene 0,1 pulgadas menos que el HTC que poseo en este momento, todas las cualidades son notablemente mejores; pero estéticamente sigue sin caerme en gracia.
No se preocupen por mí, ya estoy muerto no pienso quedarme sin ganar al menos uno más. Pero no me hagáis la competencia que tampoco me quiero esforzar mucho.