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Todos más tontos que yo

Una de las actitudes que más me gustan de este país es que todo el mundo es más listo que el de al lado, eso nos convierte en una potencia generadora de Premios Nobeles. Un ejemplo que me encanta de señora española cristiana de pies a cabeza es Ana Botella, es una mujer que siempre sabe qué decir y qué hacer para mantener su coherencia. Como aquello de protestar contra los gays porque »la calle es de todos» o ser concejal de Medio Ambiente y darles mascarillas a los policías para que no se intoxiquen en lugar de reducir las emisiones, e ir en coche a la pelu. Hemos pillado el concepto ¿No?

Aquí las discusiones se terminan con un airado »no tienes ni puta idea» seguido de aspavientos varios (corte de manga incluido) y el comentario secreto que te enseñan al graduarte en la escuela primaria o al terminar la catequesis »en este país no cabe un tonto más». Son situaciones que deberían enseñarles a los turistas cuando vienen, un teatro de las costumbres españolas que se parecen sospechosamente a las italianas. Creo que los italianos hacen más aspavientos, pero tendría que estudiarlo.

A lo que iba. Los hechos acaecidos ayer: el clásico y la manifestación laica, son los ejemplos perfectos de que el de al lado es más tonto que tú: Si no eres de mi equipo eres un subnormal y si no tienes mi (no) creencias, también. Unos agredieron a otros primero, otros agredieron a unos antes, pero siempre es todo el mundo el civilizado y el listo. El día que un español se pare una milésima de segundo a preguntarse si sus creencias u opiniones son las correctas, o a escuchar un argumento que no es el suyo, el país explotará.

Otra de las cosas que me gustan mucho es que la gente protesta con argumentos que no han leído con atención, pongo un ejemplo actual: »Vamos a poner ‘Por un Estado Aconfesional de verdad‘ que quedamos muy cultos» y a tope con las pancartas. Ninguno de ellos se ha leído la definición de Estado Aconfesional que no venga en Wikipedia (que está por la mitad, de hecho), el Gobierno puede colaborar con los credos que les salga de las narices. Además de mezclarte el laico con el aconfesional y todos contentos. Los otros, los peregrinos, recurren a que es violación de la Constitución porque la manifestación va con ellos (otra cosa que me encanta, la interpretación de leyes y derechos como a uno mejor le convenga), les fastidia la espiritualidad.

Lo del clásico no hace falta ni comentarlo porque es tan viejo como Franco.

La norma que nunca jamás de los jamases ha de olvidarse es que eres el más listo, el más guapo y el que siempre tiene razón. Que discutís sobre Fukushima, te sacan todos el título de físicos nucleares; que discutís sobre el lince ibérico, todos zoólogos; que discutís sobre la muerte de Lorca (que ojalá se discutiera de estas cosas en los bares y no sobre la nueva nariz de la Esteban) todos historiadores.
No comprendo cómo este país no es una superpotencia. Será por la dictadura de los mercados.

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