– […] No lo sé señor. Allá sólo hay hierba del diablo y, quizá, demonios. Por ahí se fue el otro tipo, el que curó a Nort cuando estaba enfermo.
– ¿Enfermo? Me ha parecido oír decir que estaba muerto.*
Kennerly seguía sonriendo.
– Bueno, bueno. Puede ser. Pero ya somos mayorcitos ¿verdad?
– Pero usted cree en los demonios.
Kennerly puso cara de ofendido.
– Eso es muy diferente
– La Torre Oscura (I) [1982], Stephen King
*En el pueblo se decía que lo habían resucitado.