Sobrada. Esta película es una sobrada de principio a fin.
Para entrar a ver «The Expendables 2«, esta vez dirigida por Simon West (conocido por Con Air, Tomb Raider o The Mechanic) en lugar por nuestro amigo Sly; se debe ir pensando que vas a ver lo que se suele denominar una peli de hostias, acción pura y dura. Si entráis por el guión, tengo malas noticias para vosotros.
Desde la primera secuencia, hasta la última, no da tregua con la acción, referencias a otras películas, diálogos fusilados, escenas totalmente gratuítas y sucesos de guión metidos a tornillo. A pesar de que la alineación principal de la primera película (Stallone, Statham, Li, Crews y Couture) se ve comprometida por la fugaz aparición y desaparición de Jet Li, figura muy importante que se echa de menos durante toda la película, se intenta compensar con la reaceptación de Lungren en el grupo y las temporales anexiones de Liam Hemsworth (quién pone en un aprieto a su hermano Chris, por ser mejor actor) y Nan Yu, a cuyo papel, a nivel personal, le sobraba tanta palabrería (también silicona en los labios) y le faltaba una buena escena de lucha.
Muchas intervenciones fugaces de estrellas, la mayoría metidas a presión en el guión creando bastantes situaciones absurdas y agujeros en el mismo; como la primera aparición de Chuck Norris en medio de la absoluta nada o la aparición de Arnie el cual fue visto y no visto para reaparecer posteriormente, ambas sin contexto alguno.
La segunda parte de este refrito de finales de los 80 y los 90 ha gustado bastante más que la primera, aunque en mi opinión, la lucha final de la primera es mucho más intensa y mejor estructurada que la de la segunda, la cual casi ni tiene relevancia o no marca una diferencia de tono con el resto de la película. Muchos disparos y mucha hombría.
Me ha dejado un poco decepcionada la reaparición de Van Damme, ya que da dos o tres patadas en toda la película, se va teniendo una edad. También deja a medias el potencial que podrían haber tenido Schwarzenegger y la AA-12 de Crews.
Bruce Willis está a la altura, como siempre y tres menciones especiales: La escena especial de Statham que sube el listón de la película, la historia que cuentan de Lundgren en el bar es totalmente verídica (mirad su biografía) y el guiño especial a Desafío Total que es bastante evidente. Película muy recomendable para pasar el rato y sobre todo, para echarse unas risas.