Categorías
Crónica

Olimpiadas

1169495635_f.jpg

Vaya día que he tenido, estoy poco menos que muerta y lo que me queda. Que lo bonito del día de las Olimpiadas Escolares es que no va a clase ni Cristo y se hacen cosas productivas porque los chuletas de clase están corriendo detrás de un baloncito. Y también que es conocido como un sucedaneo de San Pellín. No sé que hubiera sido peor, si haber ido a las Olimpiadas o quedarme en clase, porque hoy me han explotado tanto física como mentalmente.

Casi muero cuando después de hacer mis 13 vueltas en el Test de Cooper me tocó pegarme una caminata de media hora (todo esto a las 12 de la mañana, sí de pellas) hasta la tienda de mis padres, prepararle El Regalo a mi hermana, comer a las 15, ir a la academia y volver andando (que son otros 15 minutos de caminata). Y por si faltaba poco, llevo desde que llegué allá por las 17:30 cagandome en el acordandome de la familia del profesor de Física, porque parece que se inventa como hacer los ejercicios, porque no lo había visto en mi vida y tampoco explica nada. Que hoy me toca acostarme tarde y mañana levantarme a horas de suicidio porque me tengo que estudiar todo el 2º trimestre de Física, llevo 4 horas y sólo llevo las leyes de la dinámica y poco más. Que no me entra ni para Dios.

Salvese quien pueda, porque no estoy muy convencida (por más que mi madre insista) de estar capacitada para superar los enrevesados problemas que pone el profesor en el exámen, alegando, encima, que son extremadamente sencillos, mientras que de 25 que solemos ser aprobaron la evaluación 5.

• Judith – A Perfect Circle

0 respuestas a «Olimpiadas»

Gracias por los ánimos. De todos modos ¿para qué quiero un MacBook si ya tengo un Mac?
Es por orgullo, que si no mi ego se enfada conmigo.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.